¿Pérdida de memoria o demencia?

Olvidar cosas de vez en cuando es normal, son cualidades de un cerebro sano ya que significa que frecuentemente estas priorizando, almacenando y recuperando información. Pero, ¿cómo saber cuándo la pérdida de memoria es normal y cuándo debe ser evaluado por un profesional de la salud?

Es normal que una persona olvide un detalle de una conversación, que una persona olvide la conversación entera si puede encender una alarma ante un posible problema.

Si sientes que a medida que pasa el tiempo olvidas cada vez más información, entonces debes ser evaluado por un profesional de la salud para que evalué esas pérdidas de memoria. La forma más grave de la pérdida de memoria es la demencia.

El Alzheimer es cuando existe una pérdida progresiva de las células cerebrales acompañados de otras anomalías del cerebro y es una de las enfermedades principales cuando se presenta la demencia.

¿Qué causa la pérdida de memoria?

Existen medicamentos que pueden contribuir en la perdida de la memoria, por ejemplo las pastillas para dormir, antidepresivos, entre otros. Además algunos hábitos como el consumo excesivo de alcohol pueden causar deficiencias de vitamina B1, que pueden dañar la memoria. El alcohol y las drogas pueden cambiar los productos químicos en el cerebro y afectar la memoria.

El estrés también es un factor importante que puede causar la pérdida de memoria, en casos raros, se puede producir una condición llamada amnesia psicógena que puede llevar a alguien a pasear por perdido, incapaz de recordar su nombre o fecha de nacimiento u otra información básica.

La insomnio puede afectar la memoria, al igual que a la falta de concentración, también un golpe en la cabeza puede causar una pérdida de la conciencia y pérdida de memoria de un solo episodio de trauma, por lo general se mejora de manera gradual, y, en todo caso, no empeora.

¿Se puede prevenir?

Hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas de memoria como la reducción del colesterol y la presión arterial, evitar fumar o el abuso del alcohol.

Realizar ejercicios con regularidad ayuda a conservar el flujo sanguíneo al cerebro y reducir los factores de riesgo asociados con la demencia, además mantener hábitos alimenticios saludables puede beneficiar la salud del cerebro.

Cuando se tiene el cerebro en actividad y se desafía al cerebro con actividades tales como la lectura, la escritura, el aprendizaje de una nueva habilidad, jugar juegos, y la jardinería estimula las células y sus conexiones, y puede estar asociada con un menor riesgo de demencia.

Se recomienda mantener interacciones sociales que pueden ayudar a reducir el estrés.