Gran Premio de Francia vuelve a Fórmula 1 tras una década de ausencia

El Circuit de Paul Ricard volverá a albergar este domingo, 24 de junio; una prueba del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en la temporada 2018 tras veintiocho años de ausencia.

El Gran Premio de Francia, a su vez, retoma su lugar en la categoría reina tras una década de inactividad después del periodo en el que estuvo en el Circuit de Magny-Cours.

Inaugurado en 1969, la Fórmula 1 pisó el nuevo circuito por primera vez en 1971 en su configuración de 5,8 kilómetros de longitud. La recta del Mistral, por entonces de 1,8 kilómetros, hacía que los motores sufrieran en exceso y a menudo acabasen rompiéndose y provocando accidentes.

En 1986, el circuito fue el escenario de la muerte de Elio de Angelis durante una sesión de test donde el alerón trasero de su Brabham se desprendió al llegar a la curva de Verriere, lo que llevó a que el circuito fuera modificado y recortado.

A partir de entonces se utilizó una versión de 3,8 kilómetros que cortaba las curvas de Verriere, la primera chicane, Saint-Beaurne, L’ecole y los primeros ochocientos metros de la recta de Mistral, dejándola en un kilómetro.

La Fórmula 1 continuó corriendo en el trazado marsellés hasta 1990, año en el cual se decidió cambiar el Gran Premio de Francia al entonces recién construido Circuit de Magny Cours en Nevers.

En los últimos años el circuito ha albergado pruebas de diferentes categorías, incluyendo el Mundial de Turismos o el Mundial de Resistencia.

«Como el Gran Premio de Francia en Paul Ricard se disputó por última vez en 1990, en la práctica es un circuito totalmente nuevo para los equipos y pilotos, aunque se ha venido utilizando frecuentemente para los test gracias a su climatología ideal y unas instalaciones de vanguardia», explicó Pirelli, proveedor de neumáticos para la Fórmula 1.

Las altas temperaturas previstas en Francia aumentarán los niveles de desgaste y degradación en uno de los circuitos más largos del calendario (5,842 km), que ofrece varios puntos de adelantamiento en el trazado.

«Por los datos recopilados hasta ahora, el nuevo asfalto debería presentar mucho agarre y una degradación baja, como el de Barcelona (…) Otro factor a tener en cuenta podría ser el tiempo, con temperaturas del asfalto que podrían ser muy elevadas durante el fin de semana, contribuyendo así a aumentar la degradación térmica», analizó el director de competición de Pirelli, Mario Isola.